TRAPITOS

MEDIOS DE COMUNICACIÓN: TRAPITOS


Por Mónica Pasculli

El artículo periodístico de La Nación "'Trapitos', corrupción en la calle" transmite claramente la oposición de dicho diario a la existencia de los "trapitos" en la ciudad de Buenos Aires. Escudándose en la restricción del espacio público, trata a estas personas de corruptos, violentos, reincidentes en la delincuencia e inclusive involucrados con funcionarios policiales.
También, enumera una estadística (un poco dudosa) de casos de las fiscalías porteñas sobre contravenciones de los "trapitos".
Como corolario del artículo, se insta al gobierno y a la legislatura porteña a resolver el "problema" de los "trapitos" en la ciudad de Buenos Aires.
El artículo de La Nación resulta totalmente discriminatorio para con los llamados "trapitos". Así lo demuestran las palabras peyorativas que utiliza como: “espacio restringido, vulnerado y pseudoprivatizado" – “exigen dinero" – “son denunciados y reincidentes" – “peleas con los automovilistas" – “cadena de corrupción" – “involucrados con funcionarios policiales".

A diferencia del artículo del diario anterior, el periodista de Página 12, Gustavo Veiga, en "Disciplinar el espacio público",  pone su énfasis en la criminalización que se hace de la pobreza.
Justifica a estas personas: los “ manteros “, “ trapitos “ , “ cartoneros “, como aquellos que buscan su sustento en la calle; quienes son estigmatizados por el Estado que los conceptualiza como "ilegales", cuando muchas veces no es así. Esto el Estado lo hace con el discurso del “uso adecuado del espacio público". Por otra parte, el periodista acusa al gobierno de involucrarse en los negocios inmobiliarios que, lejos de cuidar el espacio público, arrasan con él con la construcción de inmuebles bajando el índice de los espacios verdes tan proclamados sólo mediáticamente.
El artículo también nos habla de que muchos de los artículos del llamado “comercio formal" son extranjeros, y esto profundiza aún más el comercio informal o ilegal.
En el último párrafo, se enfatiza que con la construcción de condominios, shoppings y torres se obtaculiza mayormente el espacio público con grúas, cortes de calles y excavaciones tirando así por la borda el tan mentad discurso del Estado sobre el cuidado del espacio público.
De este artículo periodístico, se rescata la claridad del relato humanizando de las personas que realizan estos tipos de trabajo para subsistir, para comer y sobrevivir como se pueda; desechando el concepto, lamentablemente generalizado, de que son criminales e ilegales.
Desafortunadamente, con la últimas medidas, esta forma de trabajo se profundizará cada día más. Esperemos que no. También, el concepto de criminalización para con estas personas ya que las consecuencias serían nefastas.

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